Se me sigue olvidando. La dulce voz de una desconocida.
Se llama Marcela Mosqueda y no sé de donde viene, tampoco es que me importe demasiado. Su voz me lleva hasta cotas de sensibilidad que a veces creo olvidadas.
Eso lo pienso justo ahora, que acabo de llegar a casa y me invade una incómoda sensación de soledad.
Entonces llega esta niña y escucho su voz de forma casual, casi como tú. Agradezco al azar que voces tan envolventes puedan deleitarnos con esta sensibilidad. A tu salud.
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