Blogia
vitibici. EL VITIBLOG

La caña de España

La caña de España

A las cuatro de la tarde los cafés cortados y las copas de coñac menudean en el bar de Paco. Los parroquianos ya se han desperezado de las cabezaditas del telediario. Es hora de sacudirse la galbana y tomarle de nuevo el pulso a la tarde.

La algarabía durará sólo unos minutos, justo lo que aguanta el purillo en la boca. Paco lo sabe. Así es cada día.

Luego, cuando caiga la tarde y los otros se limpien las manos de grasa y apaguen sus ordenadores, Paco tendrá dos barriles de repuesto junto al tiracañas, preparados para ahogar la sed de fontaneros, oficinistas, peluqueras y algún estudiante despistado.

El parado juega a la máquina, inmóvil. Los albañiles, de un mono casi tan azul como el de Alberti, sonríen a la camarera, que es rumana o búlgara. Su mirada no entiende de naciones.

La barra, alta como las de antes, se llena de tubos rebosantes de una espuma reluciente. El humo es ya denso, brumoso.

- Esta tarde no creo que venga Zapatero – piensa Paco mientras ojea el diario – Ni Nadal- una media sonrisa cínica se dibuja en el rostro del tabernero.

Luis, el parado, le despista la lectura. Le está pidiendo cambio de cinco.

6 comentarios

Laura -

hace soñar...

raul -

Grande rober, cm siempre. Alfredete y yo sabemos de lo que hablamos cuando decimos que los bares, tapas y cañas son algo más que una parte importante de la cultura de un país....es algo más pq la vida de esos entornos se añora mucho cuando está tan lejos.

Otra ronda, vamos a por la penúltima¡¡¡

Alfredo -

Grandes recuerdos el tomarse una cañita por la tarde en cualquier bar, en cualquier lugar. Uno valora más ciertas cosas cuando no las tiene.
Un abrazo escritor

Gianfranco -

quieria decir DESO, y no DESAFIO. perdon

Gianfranco -

Tus hustorias, juntas al desafio que tengo de beber una caña, me hacen imaginar y gustar los sabores de España. Espero que en realidad eso occurra muy pronto, y tu sabes el amor qe tengo por tu Pais y sus costrumbres.Un Abrazo desde Salento.

Noelia -

Envidiaré toda mi vida que en pocas palabras digas tanto... un biquiño amigo!