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vitibici. EL VITIBLOG

El mundo en el que vivimos....

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Humor para los castellanos

Humor para los castellanos

Lo que quieren

Aquí va un nuevo poema de mi amigo Julien Higgins. Gracias por tu entusiasmo Jul!!

Quiero una casa adosada, estilo, una mujer sumisa y una vida ordenada.
No sé lo que quiero pero en realidad no me importa.
Quiero un libro que me convierta en best seller.
Quiero una esposa que me ame para siempre.
Quiero un perro dócil, una especie de adorno quieto para el hogar.
Quiero una alfombra persa.
Quiero una caravana, un pitillo y muchos horizontes.
Quiero que nadie me de ordenes.
Quiero una mujer que sepa cocinar y agradar a todos en público.
Quiero lo que quiere todo el mundo.
Quiero una prenda de vestir tersa.
Quiero mi soledad.
Quiero una playa desierta y un viento fresco. Empezar desde cero.
Quiero lo que quieres.
Quiero que me obedezcas. Por eso me casé contigo.
Quiero, tío, una choza junto a un pozo en un baldío. Nada de agua corriente.
Quiero una barra donde puedo filosofar todas las noches.
Quiero la emoción de una vida dramatizada. La mía.
¡Quiero que arranque este maldito coche!
Quiero una cabra en mi jardín que nunca deja de pastar.
Quiero sentir una criatura moviéndose en mi vientre.
Quiero trabajo y más trabajo.
Quiero leer todos los libros del mundo para volverme más sabio.
Quiero que los alarmas de los coches y los semáforos dejen de sonar.
Quiero dominar a mi personal.
Quiero una desnuda amante melenuda para adornar sus orejas de cerezas.
Quiero que dejes de gritarme. ¡Joder! ¿Es que no puedes hablar?
Quiero que me escuches. ¿Es que no sabes escuchar?
Quiero ser el hombre más amable aunque todos me eviten.
Quiero recorrer el planeta.
Quiero probar la mejor de las cervezas.
Quiero una chica a quien le guste gritar igual que yo.
Quiero dejar este trabajo. ¡No soporto a un jefe que es un tirano!
Quiero algo pero no sé lo que es.
Quiero tres hijos, elctrodomésticos, los mejores muebles de la tienda.
Quiero algo para este cabello. Laca.
Quiero, cirujano, que me tranformes en algo diferente.
Quiero mirar a los niños desde este banco y estos ojos ancianos.
Quiero contarte lo mucho que te quiero.
Quiero privar a mi empresa de mucho dinero y sin que nadie lo sepa.
Quiero, cariño, algo para esta resaca...

Enhorabuena

Hoy ha sido un día grande para los que nos gusta el ciclismo profesional, ha sido el día en el que oficialmente Alberto Contador se ha proclamado vencedor de su segundo Tour de Francia. Y no solamente ha sido un día para congratularse, sino un mes para recordar porque a pesar de que este Tour no ha tenido grandes etapas como otras veces si ha tenido tensión debido a la polémica en que ha vivido su vencedor y su equipo, el kazajo Astaná. Y todo ello porque la vuelta al Tour de su último gran jefe, había hecho temblar a más de uno, ya que el mismo Lance Armstrong, dijero lo que dijera, venía a por su octavo Tour con la complicidad de además su director de equipo también gran amigo Johan Bruynel. Es de comprender que si volvía sin haber nunca no ganado quisiera repetir éxito, pero los años no perdonan y como bien nos instruyen Perico y Carlos de Andrés, el cuerpo de un ciclista después de cierta edad "no recupera de la misma forma". Además Alberto está a un nivel altísimo. Es sin duda el mejor escalador de la actualidad, sube saltarín como lo hacía el Aguila de Toledo y además ha demostrado ser uno de los mejores contrarelojistas del mundo imponiendose en la última crono a consumados especialistas. Ahí es nada. Sentenciaba su segundo Tour a lo Indurain. Por si fuera poco ha sabido dominar los tiempos de carrera, estar siempre bien situado, salvo el día del viento, y lo más duro sin duda, resistir la guerra psicológica que ha tenido lugar cada día fuera y dentro de la carrera con una mula terca de Texas y además gran ciclista como es Armstrong. Todo ello sin el apoyo de su director siempre jugando al despiste. Por todo esto y mucho más Alberto debe de sentirse realmente muy contento, porque ha demostrado a todos que él es el mejor, dentro y fuera de la carrera. Por todo ello, por lo que ya nos había hecho disfrutar en los años anteriores y por la cuerda que le queda para rato ¡¡FELICIDADES ALBERTO!!

Chicharreros/as

Hace unos días, en medio de una tertulia tabernera (práctica habitual e indispensable en el mundillo vitibicicletero), surgió una duda sobre el término chicharrero.

 

La cosa no quedó muy clara, por lo que consideré necesario investigar un poquillo en la red sobre este asunto y una vez obtenida la información pesé que el mejor sitio para compartirla no era otro que Vitibici.

 

Supongo que muchos de vosotros ya conocíais el origen del término en cuestión pero por si acaso aquí va una breve explicación:

 

Se designa con el término chicharrero/a a los naturales de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, también conocidos como santacruceros/as, aunque este gentilicio también se extiende a todos los habitantes de la isla de Tenerife, también conocidos como tinerfeños/as. Más adelante veremos cómo esto último no es del agrado de todos los habitantes de Tenerife.

El gentilicio chicharrero tiene su origen en un término despectivo empleado por los habitantes de la cercana ciudad de San Cristóbal de La Laguna (hasta el siglo XIX capital de Tenerife) para los habitantes del entonces pobre y pequeño puerto de pescadores de Santa Cruz. Los habitantes de Santa Cruz, debido a su humilde situación, debían comer chicharros, un pescado pequeño y barato de relativa baja calidad.

Bajo el reinado de Fernando VII (siglo XIX), se traslada la capital de la isla a Santa Cruz de Tenerife, y sus ciudadanos tomaron el insulto a honra, asumiendo como propio el gentilicio.

Lo que en un principio fue un gentilicio local, se ha generalizado, debido a la importancia de la ciudad, a todos los habitantes de la isla, aunque en algunas zonas no capitalinas sea rechazado el gentilicio por no sentirse identificado o por oposición a los capitalinos. A pesar de todo en la actualidad, la R.A.E., considera chicharrero como un adjetivo coloquial, cuyo significado es equivalente a tinerfeño.

Aprovechando el tirón mencionaré algunas de las causas principales que provocaron el aumento de importancia de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife por el cual alcanzó el grado de capital de la isla.

El siglo XVIII representa el verdadero desarrollo poblacional y urbanístico de Santa Cruz. En 1705 tiene lugar la erupción volcánica del Trevejo, que sepultó de lava el floreciente puerto de Garachico, que era el principal de la isla, sin posible recuperación, por lo que el puerto de Santa Cruz, pasó a ocupar el lugar prioritario.

La otra gran anécdota que hace de Santa Cruz lo que es hoy es la confirmación de la solidez de sus defensas como Plaza Fuerte con la victoria en 1797 sobre Horatio Nelson: el 27 de junio (día de Santiago), se registra el más importante acontecimiento militar de la historia de la ciudad: tropas y ciudadanos se defendieron, al mando del General Gutiérrez, del ataque naval del Contraalmirante inglés; la poderosa Armada británica se retirará, no sin antes perder Nelson un brazo por un cañonazo desde el Castillo de Paso alto con el "cañón Tigre".

A comienzos del siglo XIX, en 1803, el Rey Carlos IV otorga al Puerto de Santa Cruz de Tenerife el título de "Villa exenta", con derecho a establecer su propio Ayuntamiento, con la denominación de “muy leal, noble e invicta Villa de Santa Cruz de Santiago de Tenerife”, lo que supuso su emancipación administrativa con respecto al municipio de La Laguna.

Con esto espero haberos ilustrado un poquillo y sobre todo conseguir que todo esto sea de provecho, por si en algún momento visitáis Tenerife y a un natural de La Laguna le llamáis chicharrero y os sacude una hostia que sepáis por qué jejejejejeje, aunque siempre podéis alegar que la R.A.E. lo defiende como sinónimo de tinerfeño.

Le Tour de France

Le Tour de France

Empieza uno de los mayores acontecimientos deportivos del mundo, Le Tour de France, o como casi todos lo conocemos: El Tour. Es cierto que al fin y al cabo aquí, como en todo gran acontemiento deportivo de masas lo que más cuenta es el dinero, la publicidad y tantas cosas que uno no gusta, por no hablar de los escandalos de dopaje que salpican al ciclismo profesional.

Pero no podemos olvidar que todo gira y rueda en torno a la bicicleta, ese vehiculo que todos los que aquí nos reunimos para compartir opiniones y demás amamos. Así pues empieza el mes donde más bicicletas se ven por la televisión, el medio de comunicación más seguido en todo el mundo. Nunca la bicicleta será tan mediática como durante el mes de julio.

Personalmente siempre he estado fascinado por el ciclismo profesional, admito que tiene sus defectos y sus escándalos, que desgraciadamente son mucho más mediáticos que los de otros deportes mucho más fuertes económicamente. Pero creo sea un deporte bastante justo y sobre todo muy bello. Nada mejor que una buena etapa de montaña donde uno puede admirar impresionantes paisajes y sobre todo la gente que se reune en torno a la carretera para animar a deportistas, todos al fin y al cabo en bicicleta.

Empieza la gran fiesta de la bicicleta, así pues yo personalmente me alegro. Es un mes en el que al fin y al cabo de un modo u otro se reivindica la bicicleta. Ojalá los politicos y responsables de la vida pública aprovecharán la ocasión para promocionar actividades entorno a la bicicleta y promocionarla en tantas personas que a diario se mueven en sus coches en las ciudades.

Disfrutemos del tour, de la bicicleta y aupa Contador.

Un abrazo, salud, vino y pedaleo.

Cuatro patas pa un banco

Cuatro patas pa un banco

Hace muchos años ya que estoy enamorado de Fabiola. Ella lo sabe y me ignora. Yo me temo que me ignora porque lo sabe. Hubo un tiempo en que ella también me quiso. No sé. Debió de ser muy poquito tiempo aunque a mí se me hizo eterno. Quiero decir: odiaba que fuera tan absorbente, que siempre estuviera encima mío, pendiente de mi vida tanto como mi mamá. Yo no la quería.

Debió de cansarse pronto porque luego vino el desprecio. Ahora que ya han pasado casi tres años desde aquellos momentos en que ella comía de mi mano y puedo recapitular un tanto, creo que dejó de quererme justo en el momento que se dio cuenta de que yo empezaba a necesitarla. Me refiero a que me acostumbré demasiado pronto a tener a una mujer bonita bailando mis aguas. Hay que reconocer que ella se volcó mientras le duraba el amor: cada mirada suya, cada caricia, cada palabra servían para reconfortar mi ego y hacerlo todavía más vanidoso de lo que ya es. Así que era inevitable que llegara ese día en que necesitaba tenerla cerca de mí. Fue en ese preciso momento cuando ella dejó de quererme. El día que le dije "te amo". Hasta entonces me había mantenido irreductible. Ella decía que me quería en la cafetería, en el parque, delante de los amigos... y yo callado. Duro. Insensible.

Uno no sabe que pensar cuando le hablan de amor. Algunos dicen que es un estallido de emociones, como si el mundo comenzara a oler mejor, a tener más colores cuando uno se enamora. Otros dicen que no, que eso es sólo pasión, pero que el verdadero amor se manifiesta de forma mucho más paulatina y menos romántica. Es decir: carrera de cien metros lisos o maratón. Uno ya no sabe ni que pensar. Con Fabiola me sucedió lo segundo. Y a ella, en cambio, lo contrario. Justo cuando ella terminó su maravillosa carrera de diez segundos yo estaba arrancando suave y rítmicamente. Lo que no sabía es que todavía iba a estar corriendo detrás de sus faldas.

Al principio pensé que sería cuestión de reconquistarla, pero al cabo de ocho semanas mi razón era plenamente consciente de que aquella guerra se había perdido. Y se perdió cuando ella conoció a Edgardo, el idiota machito que conoció en el cumpleaños de Clara. El caso es que él no debió de hacerle demasiado caso. Y eso Fabiola es algo que no puede resistir. Ella puede jugar con los hombres, decidir cuándo y cuándo no, enamorarse y salir corriendo cuando le venga en gana. Pero que sea un hombre el que le haga eso, eso no. Así que se propuso conquistar una nueva polis, al modo de los griegos antiguos, y ésta se llamaba Edgardo. Pero éste debe ser menos torpe que yo, porque todavía no ha caído en el juego de redes que ella le propone, así que nada, está loquita por él. ¿Se tratará de estrategia? A veces me parece que estoy detrás de Holly, la mujer de Tiffany´s, cada vez que la veo arregladita buscando.

Con Edgardo salgo de vez en cuando. Somos coleguitas. Mi venganza consiste en que él está perdidamente loco por Clara, la chica del cumpleaños. Pero me refiero a empalagoso. Ramos de flores y dedicatorias de un romanticismo que huele a Disney, perdón por ser un poco cruel con Edgardo, pero es que no se puede ser tan hortera de dar el coñazo a una tipa que no te presta la menor de las atenciones. Y, sobre todo, me encanta ver sufrir al hombre por el que pierde las bragas mi amada. Es una victoria pírrica, lo sé, pero al menos me río mucho cada vez que Clara me lo cuenta.

Nunca vi mujer como ella. Calculadora y cínica. Bella y pasional. Nunca tuve mejor sexo que el que tengo con Clara. Tiene bastante experiencia y a mí me está ayudando a sobrellevar lo de Fabiola. Creo que se muestra tan sumamente sensual y erótica porque no teme que vaya a enamorarme como un bobo de ella. Sabe que a la que amo verdaderamente es a mi Fabi. Con el tiempo estoy ganando en experiencia y últimamente empiezo a estar convencido de que, en el fondo, todo este juego encierra un asunto de fondo: (in)fidelidad in-felicidad.  La verdad es que no tengo ni idea.

Bicicletas por la ciudad

 

Uno de los debates que el sector ciclista-urbano tiene abierto es el de la localización de los carriles bici. Las opciones existentes en las ciudades son dos: por la acera, compartiendo espacio con los peatones, y por la calzada, junto a vehículos de motor.

 

Ambas posiciones tienen sus pros y sus contras. En mi opinión, el sistema ideal sería crear los carriles bici en la calzada siempre que la preferencia sea la del ciclista sobre el resto de vehículos. Caso como los de ciudades belgas u holandesas.

 

Esto es irreal en España, aunque en ciudades como BCN el carril bici gana terreno, y quizá llegue a Amsterdizarse dentro de unas décadas. En el resto de ciudades españolas...quizá siglos. La razón principal por la que ciclistas urbanos prefieren los carriles bici en las aceras es por el miedo al tráfico y por su propia seguridad. Los carriles bici ideados en la calzada que existen en muchas ciudades españolas, son estrechos y los coches pasan muy cerca del ciclista, por lo que estos se suben a las aceras con el consiguiente enfado de los peatones. Y si, como es más usual, no hay carril bici, la mayoría de ciclistas prefieren no jugarse la vida, y llegar a casa sanos y salvos, por lo que se vuelven a subir a la acera. ¿Qué haríais en Isabel La Católica, Especería, Zorrilla, Duque de la Victoria, etc.?.

 

A raíz de esta práctica habitual, en Valladolid se está preparando una Ordenanza que regule la circulación de las bicicletas en la ciudad (cada vez se ven más), aunque el enfoque dado desde el Ayuntamiento es más con el fin de proteger a los peatones que de proteger a los ciclistas.

 

Desde la Asamblea Ciclista de Valladolid están preparando documentación para aportar al gobierno municipal, con el fin de que se tenga en cuenta de forma seria y justa a este sector. La seriedad pretende evitar cosas como estas, extraídas del Reglamento General de Circulación de la ciudad:

 

a) Deberán circular lo mas cerca posible a los bordillos de aceras y paseos quedando prohibido la circulación sobre las zonas destinadas a peatones.

b) Siempre que los conductores se aperciban de que otro vehículo trata de adelantarles, deberán moderar su marcha, apartándose a su derecha todo lo que permita la anchura de la calzada.

Desde la alcaldía nunca se ha escondido la preferencia hacia el automóvil, y la falta de respeto hacia el resto de movilidad, por lo que no se pueden esperar milagros. Cuando salga la ordenanza veremos qué caso se hace de las reivindicaciones que desde ASCIVA están haciendo.

UNA NOCHE DE VERANO

Ahí os voy a colgar un nuevo poema del entusiasta de Julien Higgins, poeta muy prolijo y muy vital. Me dice que sólo pretende conseguir levantar una percepción, un simple aroma a sal fresca de media noche en una playa cualquiera. Y lo logra. Ahora que nos entra el verano a pecho descubierto y que algunos lo viviremos lejos de la mar.


El clima era tal
que daba gusto estar vivo.
Hacía calor y sin embargo
soplaban una rafágas frescas de viento.

Yo, cómodamente sentado
en la arena miraba
hacia la sucesión fantasmal
de olas de espuma.

 

DE LOS LIBROS QUE SE HIMPLAN

DE LOS LIBROS QUE SE HIMPLAN

Es tarde de bochorno en Madrid. Parece como si el tiempo estuviera himplado, parecido a cuando los niños necesitan llorar, pero no quieren, y se les tiñen las mejillas de un encarnado casi obsceno. Hasta que lloran a rabiar, incontenibles. Eso decían las viejas en mi pueblo cuando los chavales nos agarrábamos las rabietas.

Así está la tarde, intratable. Aún así, el hechizo de una buena tormenta en mitad del paseo es sobradamente evocador como para ponerme en pie y retar a los cuarenta grados de la capital.

Me adentro en el Retiro por la puerta de Mariano de Cavia. El bueno de "sobaquillo" con sus lentes circulares contempla al paseante con firmeza, parece como si estuviera escrutando a ese Madrid, que hoy casi no reconocería, para sacarse un artículo de los suyos.

Me dicen que la Feria del libro serpentea por las calles del buen Retiro, aún así bajo hasta la Cuesta Moyano, las librerías abiertas son muy pocas: mucho viento y pocas mieses. La librera aún conserva una belleza aguda, sensual. Recoge los libros expuestos en mitad de la cuesta mientras sus cabellos golpean las lentes. Es extraordinario que ninguno salga volando cuesta abajo, así como hacen los skaters que toman la cuesta como una pista neoyorquina. Un lector vivo, sagaz, está intentando comprar un vetusto libro decimonónico. Parece americano, no lo digo por su acento, que no lo sé distinguir, sino por la gorrita que luce junto a su bohemia pipa.

- How much is it?

- 180 euros. Ahí te lo está poniendo.

- Ouhhh. I give you 20 euros.

- Del guindo, tú lo que te piensas es que me he caído del guindo anoche. Este libro vale 250 euros y me dices que me das 20. Dame el libro ahora mismo.

El guiri suelta el libro y se mete el billete de 20 en los bolsillos de sus tejanos. La librera está cabreadísima. Yo, espectador fortuito, sonrío entre dientes. He visto un librito que me interesa, pero creo que no le preguntaré el precio a la señora, que ha regresado a su mecánica tarea de recoger los libros expuestos en la calle.

Cojo la cuesta arriba de nuevo y regreso al Retiro. No sé la cantidad de puestos que hay en la Feria del Libro de Madrid. Deben ser más de 300. Me han dicho que los escritores firman ejemplares. Estoy en un stand y me dispongo a ojear un libro de Bolaño. A dos palmos de mí Javier Marías firma libros por doquier. Ataviado con unas inmensas gafas de sol y con un pitillo de la mano, el escritor sonríe y pregunta por los nombres a quienes va a dedicar unas líneas. Entonces aparece ella. Viene con una cerveza de la mano y un bolso repleto de… no sé de que. Parece muy educada y culta. Le felicita al señor Marías y mantiene un ligero diálogo sobre literatura. Entonces llega el exabrupto: "¿Tendría usted la amabilidad, señor Marías, de decirme por qué insulta tan gratuitamente en sus artículos dominicales? Alguien con su elevada posición socio-cultural. Usted es un cretino.

Marías parece descolocado. ¿o desolado? No hay respuesta posible que sirva para salir airoso ante semejante cornada. Los curiosos nos mantenemos en nuestras posiciones, nos hacemos los despistados y aguardamos la respuesta del escritor. Pero no se produce. La mujer, que está acorralando al intelectual, se ve trabada por la llegada de agentes de seguridad que la invitan muy educadamente a irse de allí. Todavía le quedan arrestos, a la joven, para señalar un libro colocado arriba, en la estantería, de Einstein, mientras suelta a viva voz " A ese también le echaron una vez de la Universidad alemana, y hoy está en la Feria!, nos veremos las caras" Y luego medio se sonríe, con una mirada aviesa, diagonal.

Libreros increpando a compradores, lectores que señorean a sus escritores. El mundo al revés, oigan. En esas que sigo caminando cuando me encuentro la siempre entrañable figura del maestro Labordeta. Me entran ganas de darle la mano y felicitarle por una vida tan honesta. Pero no podrá ser. La tarde, que ya no puede himplarse más, comienza a llorar con rabia insostenida, con ganas y con desdén. Es momento de abandonar la muchedumbre y resguardarse bajo un pino. En cuestión de unos segundos la tierra volverá a respirar y me regalará los aromas de recién mojada. Eso es lo único que faltaba para que la tarde fuera perfecta.

Aprendiendo escandinavia

El hecho de vivir lejos de la tierra que me crió y de las costumbres y maneras que durante tanto tiempo modelaron gran parte de lo que soy ahora y estar en un sitio diferente desde muchos puntos de vista, solo puede ser positivo. O al menos así lo debemos ver. Vivir cerca del círculo polar ártico a pesar del frío y mucho más es un privilegio.

El hecho de poder vivir en un lugar diferente implica necesariamente aprendijaze, y el aprendizaje a mi juicio siempre es positivo, pues aunque uno aprenda algo identificado socialmente como malo o negativo, siempre aprendera algo bueno, o al menos eso creo. Una de las cosas que más me ha sorprendido de estas tranquilas y silenciosas personas que pueblan escandinavia es la palabra “respeto”. No me refiero a que ellos me hayan enseñado a pronunciarla, sino al significado que aquí adquiere. Y no estoy tratando tampoco de hacer una comparación con el mucho o poco respeto que hacía las cosas se profesa es otros lugares.

El respeto aquí es muy importante, sea hacía las personas, sea hacía las cosas, pero sobre todo hacía la naturaleza, y es esto último lo que más me fascina. Su respeto hacía la naturaleza, lo que ahora se denomina conciencia verde o ecologista y que tan de moda esta en todo el mundo occidental. Aquí puedo afirmar no es una moda, es un estilo de vida tan viejo como para un mediterráneo el aceite de oliva. Respeto independientemente de si existe un “cambio climático” o no, de si este es por culpa del ser humano o es evolución lógica del clima y por tanto de la naturaleza. Es algo que trato de aprender y que me gustaría mucha más gente aprendiera. Respeto a la naturaleza como un todo, porque la naturaleza o la madre tierra o como se la quiera conocer lo es todo y si no existe un respeto todo puede acabar o al menos todo puede ir mal. La naturaleza entendida desde el primer copo de nieve que cae en lo alto del Kilimanjaro, corazón de Africa y esta a su vez creadora de los primeros seres humanos. Respeto a ese copo de nieve que se transforma en hielo y en glaciar para poco a poco durante largo tiempo deshacerse y formar corrientes de agua que alegres descienden por las laderas. Respeto a ese agua que ahora erosiona y moldea el paisaje y a su vez adquiere nutrientes y minerales que sirven para alimentar a las hierbas de la sabana y a los animales que nos daran de comer. Respeto a esos bosques formados por el agua del río y que viene del glaciar, esos bosques formados por algo único y extraordinario en la naturaleza, los árboles, fuente de vida con su poco recordada fotosíntesis que transforma el hoy tan odiado dióxido de carbono en el ansiado óxigeno. Esos árboles que nos proporcionan madera para construir, para escribir, para tantas cosas. Respeto para esos animales que comen hierba y que serán cazados para la supervivencia por otros animales, una parte ira para ellos, otra para las microorganismos que a su vez nutren y alimentan otra vez la tierra haciendola fértil para que los seres humanos puedan cultivarla, o recolectar lo que necesiten de las plantas. Respeto para esos animales que vendran a comerse la carroña y para esos otros que después de haber cazado seran cazados por el depredador más temido, peligroso e inconsciente de la naturaleza, el ser humano. Ser humano que ha basado su desarrollo y evolución en la naturaleza, primero en la recolección de plantas y caza de animales, luego en su cultivo. Más tarde en la recolección y utilización de minerales y finalmente en su transformacción, base del actual desarrollo tecnológico. Respeto a esos minerales, piedras, montañas y tierras, que a pesar de no gritar nos piden respeto. Respeto en definitiva a la vida en todos los sentidos, pues nuestra la Tierra es un planeta vivo. Porque respetando la naturaleza nos respetamos a nosotros mismos, ya que de ella venimos.

Por todo esto y por mucho más debemos respetar al sitio donde vivímos, no sólo al trozo de jardín a la puerta de casa o a nuestra área o región, sino a todo el planeta, a todo lo que ocurre, pues todo es único y gran sistema que necesita que el frágil equilibrio de la vida se mantenga basado en el respeto. Y no quiero decir que los escandinavos sean perfectos, ni mucho menos, pero si tienen el respeto a la naturaleza como algo básico y fundamental en sus vidas, se podría afirmar que es casi una religión para muchos de ellos.

Respeto y aprendizaje, dos palabras clave. Aprendizaje para poder respetar, y en definitiva para poder vivir y dejar un legado que otros puedan aprender a respetar.

BICICLETAS EN BOLONIA

Marta es una santiaguesa de pro que vivió una temporada en tierras italianas, concretamente en Bolonia. Ha tenido la elegancia de escribir unas líneas para vitibici sobre un acontecimiento muy peculiar que se vive por sus calles. Ahí os lo dejo.

            Hay ciudades mágicas, objetivamente, que desde que un viajero pisa una de sus calles ya está encantado de estar disfrutando de su belleza,  y otras con magia, en las que vivir cualquiera de sus costumbres y poder hacer vida en ellas es un privilegio. Y, luego, con la distinción casi exclusiva de algunos lugares del mundo, hay ciudades mágicas y con magia. Bolonia es una de ellas. Bolonia es la Grossa, la Rossa y la Dotta. La Grossa, entre otras cosas, por su mundialmente conocido plato, tan recurrido sobre todo cuando los comensales son niños, de espaguetis a la boloñesa. Que haya sido la cuna del comunismo como era entendido en Europa, de ahí su nombre de Rossa o Roja, es un dato que se le escapa a más gente. Y que es el lugar de origen de nuestra Universidad es bastante sabido, fundamentalmente a nivel jurídico, que le ha llevado a gozar del honor que el nombre de Dotta puede dar. Pero la magia de Bolonia hay que vivirla, y uno de los encantamientos de esta ciudad es el que hacen los miles de estudiantes, italianos y extranjeros, que se pasean con sus cervezas o sus trozos de pizza, dando ambiente a una calle, aparcando sus bicicletas en donde les sea más cómodo para poder sentarse en el suelo de la Piazza Verdi mientras escuchan por los altavoces la ópera que suena en el interior del teatro. Todos paseando con sus bicis, más o menos antiguas, más o menos cuidadas, más o menos maqueadas.   

            Paseando por la vía Zamboni, donde se encuentran algunas de las facultades más antiguas de Europa, entre paredes rojas y anaranjadas, pórticos, cafés, y puestos de comida, encuentras bicicletas aparcadas en todos los sitios aptos para colocar una cadena (dependiendo de cuánto quieras a tu bici, el candado habrá sido más o menos caro, y será más o menos imponente –aunque los conocedores del “arte” de conseguir bicis sabían los trucos para romper prácticamente cualquier candado –). Si aún no tienes bici, también puedes pasear por esta calle para escuchar los susurros que dicen “¿bici?”, por si quieres una que ya tienen, o te la consiguen y te piden que esperes media hora. Pero lo mejor de la cultura de bicis “gratis” o por 5/10 euros son las subastas que tuve la suerte de presenciar. Al final de esa calle se llega a una placita en la que, según decían los rumores, una vez cada trimestre (aunque yo creo que habían sido más), estaba Rita.

            Rita es una señora (casi como una institución) que subasta bicis. Probablemente, las bicis que estuvieran por la calle o sin candados, pasan enseguida a formar parte del arsenal que Rita ofrecerá. En ellas, los voluntarios dan una vuelta para enseñarnos el preciado vehículo, mil veces mejor, en Bolonia, que un coche. Y entonces, Rita elige quién de todos los candidatos es el idóneo para llevarse la bicicleta. Pero no lo tendrá fácil, porque entre todos los espectadores hay jóvenes vestidos de mujer, otros con palanganas, con bolsas, otros con palos de hockey, alguno con fregonas… Y las pancartas más ingeniosas: “Rita, con te al cielo”, “ti porterò in bici dove vuoi”, se acompañan con los gritos más fuertes “Rita, qui!!!!! Rita, Rita!!” Y empieza la subasta. Cada uno grita hasta que Rita se fija en ellos, Rita tiene el mando y puede elegir cuánto tiempo emplea en decidirse a quién le da la bici, mientras otro hombre con un micrófono va diciendo en qué precio está ya la puja. Y, si tienes suerte, Rita dirá algo así como “a la chica del sombrero negro y la peluca roja” y te tocará llevarte la bicicleta barata y bonita.

            Es una subasta organizada por la asociación de Amici di Piazza Grande, que cumple con la doble función de limpiar las calles de bicicletas abandonadas aunque sea por un simple pinchazo de rueda, y de proporcionar a los estudiantes la posibilidad de tener un vehículo barato y en buen estado. Hay un BiciCentro, que junto a otras asociaciones (Altra Babele y Comitato Piazza Verdi, con el Ayuntamiento de Bolonia, el barrio de San Vitale, la Universidad de Bolonia y la Red Ferroviaria Italiana) recogen y arreglan las bicicletas y organizan esta graciosa y original subasta, un práctico encantamiento de una ciudad mágica.

 

La caña de España

La caña de España

A las cuatro de la tarde los cafés cortados y las copas de coñac menudean en el bar de Paco. Los parroquianos ya se han desperezado de las cabezaditas del telediario. Es hora de sacudirse la galbana y tomarle de nuevo el pulso a la tarde.

La algarabía durará sólo unos minutos, justo lo que aguanta el purillo en la boca. Paco lo sabe. Así es cada día.

Luego, cuando caiga la tarde y los otros se limpien las manos de grasa y apaguen sus ordenadores, Paco tendrá dos barriles de repuesto junto al tiracañas, preparados para ahogar la sed de fontaneros, oficinistas, peluqueras y algún estudiante despistado.

El parado juega a la máquina, inmóvil. Los albañiles, de un mono casi tan azul como el de Alberti, sonríen a la camarera, que es rumana o búlgara. Su mirada no entiende de naciones.

La barra, alta como las de antes, se llena de tubos rebosantes de una espuma reluciente. El humo es ya denso, brumoso.

- Esta tarde no creo que venga Zapatero – piensa Paco mientras ojea el diario – Ni Nadal- una media sonrisa cínica se dibuja en el rostro del tabernero.

Luis, el parado, le despista la lectura. Le está pidiendo cambio de cinco.

DIEZ AÑOS ATRÁS

“Siempre quise aprender a bailar tango”.  Así me decía la mujer que conocí anoche. ¿Por qué? Supongo que mi obsesión con las viejitas tendrá algo que ver con todo esto.

Pero lo que ocupa ahora no es eso. La cuestión es que estaba saboreando un gin-tonic con unas gotitas de limón, como siempre, y se coló sin avisar, al estilo de todas las grandes mujeres que me pintaron por dentro. No suelo tener muchos problemas para hacer brotar palabras a los demás, pero esta vez juro que comenzó ella.

Qué fácil que resultaba escucharla. No era presuntuosa ni arrogante. Un punto de coquetería justo, exacto. El de la que se sabe hermosa.

Era una de esas mujeres que podrían llegar a romperte la cabeza aún sin proponérselo. Eso me temía. Así que reculé.

Dicen que la experiencia es esa puta que se encarga de recordarte lo que hiciste mal un día y luego se ríe porque ya no tendrás huevos de volver a repetirlo.

No diré lo que pasó, porque aquella noche, anoche, fue hace muchas madrugadas. Hoy escribo ese tango por la mujer con la que me bebí la vida a sorbos. Hasta que se secó, hasta que me sequé. Esta noche me emborracho bien.

Por si no lo habían adivinado aún, mi nombre es Carlos Gardel.

 

 

 

ESTA NOCHE ME EMBORRACHO.

Sola, fané descangayada,

la vi esta madrugada

Salir de un cabaret;

Flaca, dos cuartas de cogote,

Y una percha en el escote

Bajo la nuez.

Chueca, vestida de pebeta,

Teñida y coqueteando

su desnudez...

Parecía un gallo desplumao,

mostrando al compadrear

el cuero picoteao...

yo que se cuando no aguanto mas,

al verla así rajé,

pa’ no llorar...

Y pensar que hace diez años

fue mi locura!

que llegué hasta la traición

por su hermosura!...

que esto que hoy es un cascajo

fue la dulce metedura

donde yo perdí el honor;

Que chiflao por su belleza

le quité el pan a la vieja

me hice ruin y pechador...

Que quedé sin un amigo

que viví de mala fe

que me tuvo de rodillas

sin Moral, hecho un mendigo,

cuando se fue.

Nunca creí que la vería

en un "requiescat in pace"

tan cruel como el de hoy

mire, si no es pá suicidarse

que por este cachivache

sea lo que soy...

Fiera venganza la del tiempo

que le hace ver deshecho

lo que uno amó...

y este encuentro me ha hecho tanto mal,

que si lo pienso más,

termino envenenao.

Esta noche me emborracho bien,

me mamo bien mamao!....

pá no pensar.

En tren a través de Europa

En tren a través de Europa

El viaje quizás no haya empezado ahora, sino hace ya mucho tiempo, hace años cuando salí de mi casa en Valladolid con destino a Palermo gracias a la beca Erasmus. Seguramente fue allí cuando hice la maleta por primera vez para no volver y para no parar. Y es que desde entonces uno ha estado siempre de aquí para allá. He vuelto al menos una vez al año a mi tierra siciliana, y no sólo de visita, sino para vivir y trabajar allí, pero he sido incapaz de quedarme allí, ya sea por un motivo u otro. Además probé unas semanas en Inglaterra después de acabar la carrera, pero no puede quedarme allí. Luego me abrí camino entre el helado norte para después dirigirme al otro extremo, Sevilla, y es que el moverme entre extremos ha marcado los últimos años de mi vida.

 

La etapa actual empieza cuando acaba marzo y dejamos la capital andaluza escapando del agobio que se nos venía encima con la Semana Santa, y es que si Sevilla ya es de por sí a veces agobiante debido a la cantidad de turistas que la visitan a diario, cuando llega el periodo pascual puede dejarte realmente cansado.

 

La primera parada fue Pucela, para familia y amigos, los pocos que allí quedan se merecen una visita. Y aunque la parada fue de un mes no fue del todo agradable, algunos desafortunados hechos nos hicieron llorar por el padre de un amigo. Pero la vida sigue y nos atrevimos con León, de donde nos vinimos con el estómago lleno, que bien se tapea y come por allí arriba, y con Salamanca donde además de ver su monumentalidad vimos como se mueve una ciudad universitaria con mayúsculas por la noche. Festejamos en Villalar ser parte de una tierra dura, seca, áspera, recia pero rica de gentes, historia, cultura, tradiciones y gastronomía, y es que Miriam dice que no se come mejor en el mundo que en Castilla, y por algo será coño! Y por supuesto estuvimos en San Llorente, a ver el paisaje de esos páramos eternos por donde cruza errante el sombra de Caín.

 

De Pucela partimos en tren ya empezado mayo hacía Barcelona. Fueron las primeras 10 horas de tren de nuestro viaje. Allí pasamos una noche entera entre callejuelas del gótico, turistas a mares y sidrerias tradicionales a altas horas de la madrugada donde encontrabas queso cabrales y sidra natural como si de Asturias se tratrara. Pablo y una pequeña legión de ferroviarios hicieron de cicerones en las tabernas más curiosas de la ciudad condal, justo en el centro y en el mehollo pero sin un jodido guiri. Auténtico. Y de madrugada sin tiempo para echar una cabezadita nos vimos en el aeropuerto destino Palermo.

A Palermo llegamos en un pis-pas y es que estabámos ya cansados y el avión nos dio el lujo de echar una cabezadita. Pronto por la mañana aterrizabamos entre montañas semipeladas y un mar mediterráneo que siempre enamora. La sensación de sentirse en Sicilia es única, los aplausos y los gritos de los sicilianos cuando un avión aterriza en Palermo te hacen sentir ya el calor de la gente sin haber tocado suelo. En Palermo nos quedamos en el primer albergue de la juventud de la capital siciliana, no estaba mal, gran cocina, enorme terraza, justo en el centro del casco viejo y con mucha calma porque no había casi nadie. Además no era caro. Lo malo es que está en la calle con bares de la ciudad, donde todos los días hay fiesta y música hasta las 3 o 4 de la noche. Estaríamos pocos días, seis en concreto, así que no había tiempo para relajarse, cada día fue un ir y venir por las callejuelas que más nos hacen sentir del centro, la taberna del señor Popo, disfrutar de una gastronomía privilegiada, sentir el mercado y por supuesto quedar con los colegas. Tuvimos también tiempo de ir a la playa y vernos reflejados en ese mar color paraíso sin necesidad de ir al Caribe o Tailandia, fue el primer baño del año. El último día una boda simpática y muy lujosa, muy movida y alegre, se podría decir reflejo de esta tierra que con poco es feliz a pesar de tantos y tantos problemas. La semana se paso volando y ya un sábado por la tarde nos vimos en la estación de tren de nuevo sin ninguna gana de irnos de esa tierra tan difícil y cautivadora.

El regional nos dejó en Messina, capital del estrecho que lleva su nombre y siempre en pugna con Reggio Calabria, el otro lado del estrecho ya en el continente. Allí en el principio y el fin del caos que supone Sicilia a media noche cambiamos de tren y nos subimos al intercity que nos llevaría a Roma. El compartimento cerrado para seis con asientos que se convierten en una cama improvisada nos dio cobijo y permitió dormir casí toda la noche ya que eramos nosotros dos más un joven indio. Por la mañana temprano ya estabamos en Termini, la estación principal de Roma y la más trasitada que he visto en mucho tiempo. Las horas de espera para poder coger el regional a Perugia no se hicieron largas, estabamos mentalizados para un viaje en tren a través de toda Europa, esto supone muchas esperas, y largas. Finalmente a eso de las tres y pico de la tarde después de haber cruzado un trocito del Apenino central italiano llegabamos a la capital umbra.

 

El paisaje por aquellos lares es realmente bonito. Colinas y montañas medias muy verdes tapizadas por grandes bosques y salpicadas por pueblos y pequeñas ciudades aún medievales en apariencia. Algo digno de ver. Como Perugia, que se asienta en lo alto de pequeñas cimas de una montaña desde donde es posible ver un lujo de panorama siempre verde. Pero no es ese el único atractivo de la ciudad, su aspecto medieval en casí la totalidad de la ciudad hace de ella una de las ciudad más bonitas que jamás he visto, palacios, iglesias, callejuelas y ni un jodido metro sin bajada o subida. Además una vida estudiantil digna de Salmanca o Granada. Cada noche el centro se llena de jovenes en busca de algo más que un paseo. Y lo mejor de aquello es que allí hay dos amigas que he comprobado siguen siendo muy buenas amigas, dos noches en su casa bastabaron para hacer de esos dos días algo especial. Hacía mucho tiempo y a pesar de sus agobios por los examenes fue genial.

 

El viaje continuaba con otro regional de tarde a Firenze, el paisaje seguía igual de verde y atractivo, en la capital toscana nos esperaba un tren toda la noche hasta Munich. Lo mejor de este tren es que pasa a través de la zona má ancha de los Alpes, la cordillera montañosa más espectacular de Europa. Lo peor es que la atraviesa de noche, al menos ese es el que pillamos por conveniencia. Había que viajar de noche para ahorrarse la noche de hotel.

 

Fue el peor viaje en tren en mucho tiempo a pesar de ser un tren comodo. En un compatimento cerrado Miriam y yo nos vimos literalmente aplastados contra las ventanas por una familia iraquí que vivía en Australia y hablaba en el ya olvidado idioma arameo, aquel que habló Jesucristo en su tiempo. Las dos hijas jovenes simpaticas durmieron por el suelo, pero el padre y la madre dormían junto a nosotros, el problema era que entre los dos podrían ganar un campeonato de sumo. Además roncaban que daba gusto. Así llegamos a Munich a las seis y media de la mañana con el sol ya en lo alto y sin haber dormido un minuto. Dimos un paseo hasta el centro y nos metimos a dormir en la hierba del primer trozo de parque que nos encontramos. Pero hacía demasiado calor para dormir como dios manda y solo pudimos hacerlo durante una hora. Después pudimos ver una ciudad muy viva, con un buen transporte publico y donde había muchas bicis, que bueno. Además de ser una ciudad muy bonita donde se respira cerveza en cada esquina. Y es que muchas plazas son lo que ellos llaman “Bier Garten” o jardín de la cerveza, allí cientos de personas cada día que van y vienen hacen un alto en su vida cotidiana para sentarse junto a desconocidos y beberse una buena jarra de un litro de cerveza bavára. Todo un lujo que nos permitió entrablar conversación con una señora que pasaba de los ochenta años y que jarra en mano nos contaba como conoció a su marido hace ya cincuenta años en Sicilia, y la vimos además emocionarse con nosotros cuando la contamos nuestra historia siciliana. Curiosamente ella nos invitó a comer aceitunas y nosotros a pasar un buen rato con la cerveza. Por supuesto la comida consistio en cerveza, salchichas blancas de Baviera y pretzel, unas galletas saladas en forma de lacito que con la cerveza y las salchichas se comen por allí. Al final nos despedimos con un fuerte abrazo y la sensación de que cuanto más viaja uno más aprende de la gente y más privilegiado es de poder compartir una simple cerveza con aceitunas simbolo de la unión de diferentes culturas, mediterránea y germánica.

 

Esa misma tarde repetimos la rutina de este viaje en interrail, coger un tren por la tarde para dormir en él y llegar por la mañana a nuestro siguiente destino, Copenhague. Pero como el cansancio empezaba a hacer mella en nuestros cuerpos decidimos pagar un suplemento para viajar en literas y domir un poco. Desde que salímos de Valladolid habían pasado ya casi dos semanas. En el compatimento charlamos en sueco con un danés muy simpático que hacía por enesíma vez el viaje Bulgaria-Dinamarca en tren por amor a una chica de Sofia. Y por la noche dormimos esta vez sí como un tronco.

 

Tempranito estabamos ya en tierras escandinavas, Dinamarca. Y a pesar de que en principio queríamos habernos quedado un día entero en Copenhague por tener fama de ser una ciudad que merece una visita, el cansancio y las ganas de acabar la aventura en tren nos hicieron coger el primer tren en el que encontramos sitio a Estocolmo. Aún así tuvimos que esperar unas cuantas horas en la estación. Y ahora mismo nos arrepentimos de no habernos quedado allí una noche y un día para ver la ciudad y descansar un rato, ya que cuando llegamos a Estocolmo ya era de noche y el único tren al día que había para Umea, destino final del viaje, ya había partido. Además era tarde para encontrar un hotel en Estocolmo o pensar en nada. Así pues tuvimos que esperar alguna hora más en la estación de Estocolmo, que es sin duda la más bonita que he visto, además de estar en el centro de esta espectacular ciudad, mitad ciudad mitad archipiélago. Decidimos pillar el último tren que nos llevaba hacía el norte de Suecia, un incomodo tren que nos dejaría a las 4 de la mañana en Sundsvall, una fría ciudad escondida en la niebla de la costa del mar Báltico. Allí tuvimos que esperar una hora y media en la estación de tren, era una sala pequeñita, con unos cuantos vagabundos que borrachos maldecían a la policia. Lo peor del viaje fue que desde allí no hay tren a Umea, solo un autobus que en cinco horas te deja en la capital del Norrland, el gran norte sueco. Luego una hora de coche con el padre de Miriam nos dejaría en casa.

 

El viaje fue bonito, intenso y mereció la pena, pero desde aquí no recomiendo el interrail porque cada tren a que uno sube tiene que pagar un suplemento, a veces casi nada, a veces realmente mucho, y eso que el precio del interrail no es nada barato si tienes más de 26 años. Además hubo que reservar un sitio con antelación en la mayoría de trenes a que subimos. Pero es una experiencia haber cruzado España, Italia, Alemania, Dinamarca y Suecia por completo en tren. El paisaje siempre es interesante sea el que sea, sobre todo en el norte sueco, y es que los del sur no estamos acostumbrados a ver durante horas y horas solo bosque de abetos, pinos e inmensos lagos y salvajes ríos, a pesar de que al fin y al cabo vivamos aquí al norte, cerquita del círculo polar.

 

La bienvenida a casa de Miriam, a parte de la acogedora familia, nos la dieron tres alces que estaban pastando junto a la camino de tierra que nos deja en ese pequeño paraíso que se llama Gärde, junto a la montaña mas alta de la zona, Gärdebacken a 41 metros de altura sobre el nivel mar, jaja, y una ría que en unos días nos haremos en canoa. La noche ya es algo que quedó atrás aquí, y el día es continuado, la temperatura es fresca pero al sol se esta bien, incluso en manga corta, los campesinos con tipos rudos, callados pero sinceros por aquí, gente dura acostumbrada a un medio muy duro casi todo el año y nosotros nos sentimos finalmente en casa para descansar unos días antes de empezar a trabajar.

 

No se sí será una etapa más en el viaje de mi vida, pero ha sido de momento la última, y necesito un descanso. Nunca se puede saber que nos depara el futuro, pero de momento tengo ganas de estar aquí, trabajar y relajarme un poco en un sitio privilegiado por su calma, su naturaleza y su aire puro.

 

Desde aquí un abrazo fuerte.

 

 

 

ANTONIO VEGA,EL ARTISTA QUE ME HIZO LLORAR

Hoy me levanto con la noticia,Antonio Vega ha muerto víctima de un cáncer de pulmón.Me siento en el sofá y me quedo muda,sin nada que decir,porque no por esperado es menos doloroso.Pienso en que nunca más volveré a ver cantar a este gran artista,en que ya no nos regalará ninguna de esas canciones que me hicieron llorar de emoción y melancolía.

Entro en los blogs de internet y tengo que leer comentarios de gente totalmente maleducada faltándole al respeto y llamándole sidoso.Para empezar Antonio no era seropositivo ni tenía hepatitis crónica,su única enfermedad (que ya es bastante) era haber sido heroinómano y en los últimos años estar sumido en una gran depresión.Me siento mal,me duele verle tan maltratado,se me escapan las lágrimas  pensando en lo que fue y en lo que se convirtió en los últimos años,abandonado por los que se suponía que eran sus amigos.

Antonio,sólo espero que ahora seas feliz donde quiera que estés y ya hayas dejado de sufrir,yo me conformaré con escuchar tus canciones porque con eso siempre estarás conmigo.

 

                                                                                          Un beso para tí,te admiraré siempre

COMPLOT A ESTE BAR

COMPLOT A ESTE BAR

Hola compañeros/as:

El bar en cuestión al que hago un llamamiento de complot es el Bar Noche y Día, en la esquina izquierda de Caballerías; al otro lado de la calle que va hacia Isabel la Católica.

Ayer fui a desayunar allí; al candar la bicicleta en una señal, a unos dos o tres metros de la terraza que el bar tiene allí dispuesta, se me acercó la camarera: Oye chaval, ¿Vas a dejarla ahí mucho tiempo? te lo digo porque ayer mi jefe llamó a la policia para que se llevaran de aquí dos bicicletas que llevaban toda la mañana. La contesté: Pues en lo que iba a desayunar, pero creo que me tomaré el café en otro lugar... Le tocarán mucho los cojones a tu jefe las putas bicis, ¿no?; gracias por avisarme.

En fin, que me quedaron ganas de entrar al bar y liarla parda, pero con el estómago vacío uno no puede ni embroncarse. Por lo que os informo de las que gasta el susodicho jefe, para que cada uno actúe como crea.

Un saludo.

SE FUE EL POETA

SE FUE EL POETA

Se fue el poeta. Se fue.

Y con él marchó la brisa suave que nos golpea entre la arena de las noches de verano.

Se fue el poeta. Que importa cuándo. Sólo se fue.

Nos deja su palabra tersa y suave, sus versos de entusiasmo juvenil mascullados bajo un mostacho blanco, profundo.

Se fue el poeta. Y lo hizo, no podía ser de otra manera, sin querer salvarse.

 

Descubrir a Benedetti es como volar junto a un amor frugal. Como un romance nocturno que se posará en el imaginario que construimos a base de sentimientos inventados.

Eso es lo que nos queda. Cómo intuyó ese hombre bajito y con aspecto de marinero solitario que, muchos años después de su muerte, algún jovencito con buen oído y mejor gusto recitaría sus tácticas a una muchacha primaveral. Los poemas que otros encontraron en Neruda ahora tendrán que ser compartidos con los de Mario Benedetti. Se lo mereció.

Entonces ¿Se fue? No mientras nos sigan conmoviendo las palabras que se cagaban en los pitucos. No mientras seamos capaces de robarle un minuto al tiempo y leer un verso en la oficina. No mientras queden lados oscuros en el corazón y, de pronto, alguien descubra de nuevo la frescura del poeta uruguayo.

Nos dijo Machado en su Retrato: “y al cabo nada os debo, debéisme cuanto he escrito” Eso mismo le debemos a Mario Benedetti todos los que, como él, seguimos luchando por no llegar a salvarnos nunca.

ADIÓS ESPAÑA QUERIDA

ADIÓS ESPAÑA QUERIDA

Son las ocho de la mañana, Domingo nublado de este Mayo azul. Llevo ya más de dos horas en pie. Hace años que me acostumbré a desayunar mientras despuntaba el día. Antes tenía motivos para madrugar: café con tostadas calientes antes de ir a currar. Ahora me levanto porque sí. El protocolo es el mismo: me hago la cama, me ducho, desayuno y me visto. Bueno, el mismo no exactamente. Ahora demoro un tiempo más el acto de ponerme la ropa. Como si esperara una llamada importante antes de salir por la puerta.

En realidad sí que la estoy esperando, desde que reparto curriculums como el que tira pelotas por un desfiladero: sabiendo que caerán olvidadas. Al principio, cuando me despidieron, no me lo tomé a mal: no era la primera vez que perdía un trabajo, y siempre he sido afortunado con los empleos. Soy un buen albañil, conductor de camiones, ayudante de cocina, repartidor de pizzas… vamos, que he hecho de todo. Hasta hace unos pocos meses el mercado estaba limpio, quiero decir que este tipo de trabajos estaba reservado para nosotros. Mis compañeros de trabajos y yo mismo formábamos un conglomerado heterogéneo y divertido: marroquíes, peruanos, bulgaros, nigerianos… sólo el encargado de turno era español. Algo similar a lo que sucede con los equipos de fútbol españoles, vamos.

Desde hace ya un tiempo las cuadrillas empezaron a poblarse de trabajadores hispanos, primero llegaron tímidamente pero hoy son mayoría. Su incorporación al sector de “trabajos que los españoles no quieren realizar” nos ha recluido en un rincón, el del 30% de inmigrantes que estamos actualmente en desempleo en España.

Mientras pienso en estos asuntos ya son casi las 9 nueve de la mañana. El teléfono me mira inquisitoriamente pero se mantiene en un perturbador silencio. Miserable!

Enciendo la televisión: uno de los titulares en esta mañana de nubes es que el gobierno español pagará el subsidio por desempleo a todos los rumanos que se comprometan a buscar trabajo en su país.

Creo que hoy tampoco voy a vestirme. En vez de eso buscaré billetes baratos para Bucarest. Llamaré a mi mujer y le diré que regreso a casa. España ha dicho que merecemos un descanso, que nos reclaman en los Cárpatos. Nos invitan, gentilmente, a marcharnos, como ya hicieron con los no comunitarios hace meses.

Quién sabe si volveré. Quizá cuando los “trabajos que los españoles no quieren realizar” vuelvan a pertenecernos a los nadie exista de nuevo un sitio para mí. Hasta luego entonces. Adiós.

CIEMMONA EN ROMA

CIEMMONA EN ROMA

Queridos compañeros de Vitibici.

Nos ponemos en contacto con vosotros para invitaros al que hace algùn tiempo es el acontecimiento màs importante del año para todos aquellos que saben disfrutar de la bicicleta...Se trata de la Ciemmona en Roma, es decir la Critical mass interplanetaria. Las fechas de este gran evento son el 29, 30 , 31. Sòlo tendriaìs que buscar un modo de llegar a Roma, porque una vez allì, los organizadores abren los centros sociales dejando a disposiciòn de todo aquel que lo necesite , un amplio espacio de acampada. Tambièn os pueden facilitar las bicicletas que os hagan falta, eso sì teneìs que avisar con el màximo tiempo posible.

Nosotros hace varios años que no nos la perdemos y os podemos asegurar que merece la pena... AL final son tres dìas de fiesta en los que personas de todas partes del mundo nos juntamos. El año pasado llegamos a ser 4000 personas en una de las ciudades màs impresionantes del mundo.


http://ciemmona.org/ - PAGINA DE LA CIEMMONA 2009

http://www.masacritica.es - PAGINA DE LA MASA CRìTICA EN ESPANA

Desde Madrid o Santander, con Vueling y Ryanair podeìs encontrar vuelos bastante econòmicos. Otra opciòn es coger el aviòn Valladolid - Milan con Ryanair y despuès el tren a ROMA.

Nos vemos el 29?